Ya está aquí.

Irradia luz por todas partes,
 destella fulgurante en los cristales,
 arco iris centelleantes en mis  ventanas
que palpitan por el salitre y la brisa.

Añiles distintos, blancos y amarillos,
acero y plata brillan en el horizonte.
Mañana palpitante, arena y rocas,
salpicaduras salinas, radiante sol.

Irradia vida por todas partes,
tintinea resplandeciente en las aceras,
expresiones sonrientes en las gentes
que contagia la esperada primavera.

En ti.

Del amor y la paz que me da tu cobijo;
de tu sonrisa y tu calma,
mis noches
se sosiegan en tu abrazo profundo.

De tu risa y tus manos calientes,
rebosa mi cuerpo
alivio para mil temores;

De tu mirada serena
nacen los latidos
más fuertes
que tu piel provoca.

Cálculos.

En el vértice acertado

 de un triángulo isósceles

dejé estratégicamente

 colocado un desatino,

en perfecto equilibrio

 se mantuvo suspendido.

Dos ángulos iguales

 lo sostienen,

errónea hipotenusa...

no hay suma de cuadrados,

 ni longitudes

que verifiquen su aritmética.

Las matemáticas no son exactas

en el mundo onírico 

de los ángulos locos.

Sin embargo, el cálculo que falla

mantiene la incógnita 

y despeja el tedio.

Juego geométrico...

si los ángulos ceden,

el triángulo se convierte

en círculo vicioso.

No seré yo quien desvele tus días,

quien despierte tus noches,

quien comparta tus sueños,

quien disfrute tus goces.

Yo no seré quien festeje tu vida

quien consuele tus duelos,

quien cure tus heridas,

quien cobije tus miedos.

No seré yo quien te ofrezca

mi vientre fecundo,

quien descubra contigo

otros mundos.

Yo no seré quien tape tu frío,

quien te sirva de abrigo.

No seré yo quien sosiegue tus iras

quien calme tus derroches,

quien despierte tus celos,

quien aguante tus reproches.

Seré yo quien evoques por el día...

Tú serás quien anhele por la noche...

Seré yo quien revivas en tus sueños...

Tú serás quien falte en mis goces.

Mi vida incompleta, mis heridas abiertas…

Detrás

Repartes lágrimas amargas

en los corazones
que te encuentras,
recibes gotas dulces
que no te pueden llenar;
te has quedado vacío
de tanto manar
en lugares extraños,
en recónditos sitos…

Perdido en la inmensidad

de tus sentimientos,
aturdido por tus convicciones
que no son más que excusas
para no afrontar el miedo….

Buscas sin poder hallar.

 

Tanto amor repartido,

corrompido por tantos rincones;
matices que guardas
para componer un sueño
que no existe, ¿qué no está?

Buscas sin poder hallar.

Construyes fronteras ficticias

difíciles de atravesar,
piedra tras piedra…
y detrás del muro, ¿ no hay más?

Yo lo he visto, he sentido tu verdad,

noble, sincera, plena, inmensa…
¡tienes tanto que mostrar!

 

Salta sin cuerda,
rompe las piedras,
abre fronteras,
derriba barreras,
déjate amar…

Busca y  me encontrarás.