En el vértice acertado
de un triángulo isósceles
dejé estratégicamente
colocado un desatino,
se mantuvo suspendido.
Dos ángulos iguales
lo sostienen,
errónea hipotenusa...
no hay suma de cuadrados,
ni longitudes
que verifiquen su aritmética.
Las matemáticas no son exactas
en el mundo onírico
de los ángulos locos.
Sin embargo, el cálculo que falla
mantiene la incógnita
y despeja el tedio.
Juego geométrico...
si los ángulos ceden,
el triángulo se convierte
en círculo vicioso.
Felicito tu agudeza con las palabras. Has escrito un juego matemático muy entretenido de leer y visualizar el resultado. El verso final muy bueno, realmente muy ingenioso.
ResponderEliminarUn abrazo Eva.
P.D.: Voy a volver a intentar hacerme tu seguidora, ahora me sale un aviso que dice, no se puede registrar la solicitud y que regrese más tarde.
Gracias Taty... la verdad es que nunca se me han dado bien las matemáticas, pero ya ves, que cosas me salen... para destreza con las palabras, la tuya. Un abrazo
EliminarEres especial. Besos mil.
ResponderEliminarTú si que eres especial y única. Besotes
EliminarEres especial. Besos mil.
ResponderEliminarQué chocante ha quedado, ja ja ja. Un abrazo.
ResponderEliminarPues sí es un poco chocante, Lobezna, por eso me gusta especialmente, porque me salió así de repente y no sé muy bien a qué se debe esta poesía; es inesperada!! Un abrazo
EliminarNo, Eva, las matemáticas no son exactas.
ResponderEliminarBonito juego matemático el de tu entrada, me ha resultado muy original.
Un beso, Eva.
En mi mundo, desde luego que no!! soy un desastre con lo números, me gustan mucho más las palabras. Un abrazo
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