No dejemos que el dolor nos acobarde,
no seamos corderos resignados
esperando complacientes un destino
trazado por matarifes despiadados.
Ignoremos la impotencia y la desidia
escuchando la voz del maltratado:
¡Palabras del oprimido,
aullido de lobo callado!
No dejemos que la injusticia nos pueda,
no seamos cobardes acatados,
escuchando resignados la sentencia
dictada por jueces tiranos.
Combatamos la injuria y la vileza
usando las armas del diálogo:
¡Falacias del poderoso,
clamor del pobre gritado!
Paz para ser libres,
justicia para perdonar.
Ante las armas, palabras;
Ante la violencia, más paz.
Gracias, Salomé !
Jorge Drexler, uno de mis músicos preferidos y una maravillosa canción que me encanta: http://www.youtube.com/watch?v=myVi6pVYYb8&ob=av2e
Gracias a ti, querida Eva, por tu labor en el mundo, por la gritada y la callada. Es un privilegio pertenecer a un colectivo tan comprometido con su semejante. Besos grandes.
ResponderEliminarLo mismo digo... En el intento estamos. Un besote fuerte
EliminarUn placer visitar tu blog y conocer tu pluma,me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos.
Muchas gracias, el placer es mio, un saludo!
EliminarNO HAY QUE QUEDARSE SENTADO A ESPERAR, SINO LUCHAR, BUSCAR NUESTRO DESTINO CON LA CONVICCION DE QUE UN MAÑANA MEJOR PUEDE DESPERTAR EN NUESTRO INTERIOR Y EN CADA UNO DE LOS SERES QUE HABITAN ESTE SUELO.
ResponderEliminarBESOS Y ABRAZOS.
Sí, es verdad, hay que moverse, callar es otorgar la razón a los tiranos!! Un besazo
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